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Planes De Contingencia En Sistemas De Crianza De Animales.

Planes de Contingencia en Sistemas de Crianza de Animales.

Prof. Lic. Milagros Uhart.

Un Plan de Contingencia define y documenta una estrategia a implementar en caso de un suceso imprevisto. En sistemas de crianza de animales esto se refiere a situaciones de emergencia o desastre que pudieran poner en peligro no solo el bienestar, sino que incluso la supervivencia de los animales que dependen del correcto funcionamiento continuado de instalaciones y equipos. Independientemente de la magnitud del establecimiento, tomarse el tiempo para pensar y establecer los pasos a seguir en caso de una eventualidad puede significar la diferencia entre la continuidad o el cierre de la operación.

¿Cómo se realiza? Identificando los escenarios posibles y calificándolos en función de su probabilidad de ocurrencia y gravedad si llegaran a suceder. De esta forma podemos centrar nuestros esfuerzos en aquellos peligros que realmente sean significativos y cuyo control se justifique en términos de bienestar animal e inversión. Algunos ejemplos pueden ser: fallas o cortes en el suministro de energía eléctrica; fallas en los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado; incendios; escape de animales; interrupciones en el suministro de agua o alimentos; anegamiento de caminos. Una vez identificados, se define para cada escenario los pasos a seguir en caso de ocurrencia, con la designación de los responsables de cumplimiento. Deben ser planes realistas, con medidas concretas y accionables. No se trata de elaborar un documento que “quede lindo” o porque lo requiere un cliente. Se trata de poner por escrito y dar a conocer a todo el personal, lo que se puede y debe hacer. Definir el qué, cómo, cuándo y quién es la clave para un plan sólido.

El Plan de Contingencia no es un documento estanco que se elabora una vez y perdura para siempre. Es un documento vivo, que se actualiza y renueva. ¿Cada cuánto? Con una periodicidad que esté relacionada con la actividad y las modificaciones que esta pueda sufrir (cambios en las instalaciones, equipos, personal). Como mínimo una vez al año debería revisarse para evaluar si continua vigente y aplicable.

Un Plan adecuado permitirá una rápida reacción junto con una mitigación de las consecuencias del hecho. Pero, además, el Plan de Contingencia debe contemplar las acciones preventivas a tomar para asegurar la puesta en marcha y funcionamiento del Plan. ¿A qué me refiero con esto? Si el Plan contempla el accionamiento manual de un equipo, entonces deberá haber un régimen de personal de guardia en el establecimiento que asegure una respuesta inmediata. Si el Plan establece el uso de ventiladores o extractores auxiliares, estos deben contar con una verificación periódica para asegurar su correcto funcionamiento. Si el Plan establece la evacuación de los animales, debemos tener disponible y en condiciones aptas los medios para su traslado e instalaciones acondicionadas para recibirlos.

¿Por qué elegí este tema para esta edición del Newsletter? Porque las contingencias suceden y si bien las causas que las originan son fortuitas, sus consecuencias son evitables o al menos minimizables. El reporte de la muerte de cerdos debido a un corte en el suministro de energía eléctrica en un establecimiento de cría intensivo y la muerte de vacas lecheras por un incendio en un galpón de ordeñe, entre otros sucesos recientes, nos indican que tomarnos el tiempo para sentarnos y delinear un Plan de Contingencia implica un costo muy menor en contraste al de las consecuencias de la no preparación.

Les dejo un recurso digital de Penn State University para descarga gratuita: Ready AG. Disaster and Defense Preparedness for Production Agriculture. Pueden descargarlo donde dice “Files to Download”.

https://extension.psu.edu/readyag-workbook

Si bien es un documento muy detallado, puede servir como guía para ayudarnos a pensar en los aspectos relevantes y utilizar luego lo que aplique a cada actividad productiva.

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