Buenas Prácticas Agrícolas para la producción de frutas y hortalizas frescas
Autor: Marcela Cano
En los mercados actuales, la mayoría de las empresas minoristas requieren ciertos estándares que aseguren una agricultura segura y sostenible, haciendo foco en la inocuidad de los productos, la seguridad de las personas y el cuidado del medio ambiente.
Por medio de la resolución 5/2018, publicada el 21 de noviembre del 2018 en el Boletín Oficial, se incluyó en el Código Alimentario Argentino (Artículo N°154 tris) la obligatoriedad de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) en la producción primaria de frutas, a partir del 2 de enero de 2020 y de hortalizas desde el 4 de enero de 2021.
El mencionado artículo establece lo siguiente: “Toda persona física o jurídica responsable de la producción de frutas y hortalizas deberá cumplir con las BPA cuando se realicen una o más de las actividades siguientes: producción primaria (cultivo-cosecha), almacenamiento hasta la comercialización dentro del establecimiento productivo, a excepción de aquellos registrados como empaques”.
Si bien pareciera que hay un concepto instalado sobre las BPA, hay interrogantes que surgen sobre la implicancia de las mismas, es decir ¿qué implica implementar BPA en la producción?, ¿son conocidas estas BPA por los productores?, ¿qué ventajas y dificultades surgen a la hora de implementarlas?, ¿por dónde comenzar a implementarlas?, etc.
Y para dar algunas respuestas para estos interrogantes, es oportuna una definición sobre BPA, y podemos decir que son las prácticas orientadas a la sostenibilidad ambiental, económica y social para los procesos productivos de la explotación agrícola, que agregan valor y garantizan la calidad e inocuidad de los alimentos.
Dentro de las ventajas de la aplicación, podemos mencionar las siguientes:
- Agrega valor a los productos al cumplir con un estándar Nacional.
- Aumenta la confianza de los clientes y consumidores.
- Queda garantizado el cumplimiento de la legalidad, seguridad y calidad alimentaria de los productos agrícolas.
- Permite obtener acceso a nuevos clientes, mercados, proveedores y minoristas.
- Aumenta la conciencia del trabajador sobre el producto y la salud.
- Reduce la exposición a los riesgos reputacionales vinculados a la inocuidad de los alimentos y los productos.
- Mejora la eficiencia en la gestión y los procesos de las fincas.
- Reduce costos al lograr la estandarización de los procesos.
- Es posible una disminución de la cantidad de producto no conforme que no cumple con especificaciones.
- Hay una formación continua de los trabajadores en temas de inocuidad, medio ambiente y seguridad.
La implementación de la normativa involucra los puntos que se mencionan a continuación:
- Inscripción en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA).
- Identificación de los alimentos frutihortícolas producidos, empleando etiqueta/rótulo, en el cual se consigne los datos previstos en normativa vigente.
- En relación al uso de fertilizantes orgánicos y enmiendas, los productos de este tipo que sean adquiridos a terceros para utilizar en las actividades productivas, deben estar registrados con la asistencia de un técnico/profesional certificado (a través de un curso con certificación oficial y actualización periódica) para asesorar en la implementación de las BPA.
- En relación al uso de productos fitosanitarios, se debe cumplir con las recomendaciones y las restricciones de uso, como así también registrar la aplicación. Sólo deben utilizarse productos fitosanitarios autorizados por SENASA que deben ser almacenados en un depósito específico, cerrado con llave. El manejo de sus envases debe ajustarse a la reglamentación legal vigente.
- En relación al uso del agua, se debe realizar uso eficiente, seguro y racional de agua segura. En el caso que no se cuente con agua potable, deberá ser tratada con métodos apropiados para ello: hervido, clarificación o cloración.
- Manejo de animales: se deberá impedir el ingreso de animales a las áreas cultivadas y a las zonas de manipulación de producto cosechado. Los animales de trabajo que se utilicen para otras tareas deberán estar sanos, vacunados y desparasitados.
- La implementación de las BPA estará a cargo de profesionales/técnicos que acrediten la idoneidad para llevar a cabo todas las actividades que la norma contempla, capacitados oficialmente mediante el curso de SENASA.
Necesidades del sector industrial
Existen diferentes sectores industriales que utilizan como materias primas en sus procesos las frutas y/o hortalizas en fresco. Para cumplir con la reglamentación vigente y de sus propios clientes, se implementan o certifican Sistemas de Calidad e Inocuidad determinados, los cuales conllevan a la necesidad de contar con las Buenas Prácticas Agrícolas en la producción primaria.
Tal es el caso, por ejemplo, del sello “Alimentos Argentinos una elección natural” otorgado para aquellas bodegas que cumplan con un protocolo definido que fue elaborado por la Secretaría de Agroindustria de la Nación, con el objetivo de brindar a los elaboradores de vinos de la República Argentina una herramienta para la obtención de productos de calidad diferenciada.
Dentro de los criterios generales de cumplimiento del Protocolo aparece lo siguiente: “la materia prima que sea destinada a la elaboración de vino que aspire a obtener el Sello “Alimentos Argentinos una elección natural” debe provenir de viñedos que tengan implementadas las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), de acuerdo a lo establecido en la Resolución Conjunta N°5/2018 de la Secretaría de Alimentos y Bioeconomía y la Secretaría de Regulación y Gestión Sanitaria.”