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Los objetivos ambientales en la Norma ISO 14001:2015

La correcta definición y planificación de los distintos objetivos ambientales son claves para mejorar los resultados ambientales de la empresa.

En relación con los objetivos ambientales en la Norma ISO 14001:2015, apenas se han introducido cambios con respecto a la anterior versión del 2004, salvo por un par de matices que a continuación se mencionan:

  • A la hora de establecer los objetivos ambientales no sólo se tendrá que tener en cuenta los aspectos ambientales significativos sino también deberá considerarse los riesgos y oportunidades que se encuentran establecidos teniendo como base el análisis de su contexto, el alcance del sistema y las expectativas y necesidades de las distintas partes interesadas.
  • Desaparece el término “meta” al utilizar la estructura de alto nivel, aunque se sigue manteniendo la esencia del requisito al seguir siendo necesario establecer acciones para alcanzar los objetivos ambientales.
  • A la hora de la planificación para lograr estos objetivos, la norma indica que la organización debe determinar qué pasos o acciones va a realizar, qué recursos necesitará, quién será el responsable, qué plazos se establecen y cómo se va a evaluar. Y sobre este último punto se indica específicamente la necesidad de utilizar indicadores de seguimiento que permitirán evaluar los avances en el logro de los objetivos ambientales.

¿Qué tener en cuenta al establecer los objetivos ambientales?

Deben tenerse en cuenta la política ambiental, así como los aspectos ambientales, sus requisitos legales y los resultantes del análisis de las partes interesadas, sin olvidar los riesgos y las oportunidades.
De esta forma, se integrarán los objetivos dentro de las decisiones estratégicas de la empresa para mejorar el sistema implantado y el entorno natural en el que se engloba la empresa y que afecta y se ve afectado por la actividad de la empresa.

A la hora de definirlos tenemos que contar como base los aspectos ambientales identificados y evaluados, aunque no quiere decir que todos ellos se traduzcan en objetivos a planificar. Además, no debemos olvidar que aquellos objetivos ya logrados en años anteriores no se pueden considerar de cara a siguientes años ya que no suponen una mejora sino un mantenimiento.
Para que los objetivos ambientales cumplan los requisitos de la Norma ISO 14001:2015 podemos plantearnos las siguientes preguntas:

  1. Una vez valorada la Política Ambiental, ¿son coherentes con lo indicado en este documento?
  2. ¿Se pueden medir? En algunos casos, es posible que no sea posible usar métodos cuantitativos o cualitativos para determinar si se alcanza y cumple lo planificado, pero es necesario intentar que así sea en la medida de lo posible.
  3. ¿Se realiza un seguimiento de su evolución y cumplimiento?
  4. ¿El personal de la empresa los conoce y comprende? Esta pregunta también puede ampliarse a las distintas partes interesadas.
    Por último, ¿han sido actualizados?

Si la respuesta a estas preguntas es positiva tendremos establecidos objetivos ambientales funcionales y que contribuyan a la mejora continua.

En este punto, es necesario recordar que cumplir con la legislación ambiental aplicable a la empresa no se considera un objetivo ambiental ya que, independientemente que se tenga implantado el sistema de gestión ambiental o no, la organización ya debería establecer las tareas para respetar sus indicaciones al ser de cumplimiento obligatorio.

La planificación eficaz de los objetivos ambientales

Una vez definidos los objetivos debemos continuar con la planificación de los mismos estableciendo para ello un programa en que indicaremos:

  • las acciones a realizar para alcanzar el objetivo ambiental;
  • los recursos materiales, humanos y económicos necesarios para llevarlo a cabo;
  • las responsabilidades para llevar a cabo las distintas acciones;
  • los plazos establecidos;
  • la priorización de las acciones;
  • la fecha de finalización para alcanzar el objetivo ambiental;
  • y la evaluación de los resultados obtenidos, incluyendo los indicadores cuantitativos de seguimiento.

Realizar la programación de los objetivos teniendo en cuenta estos aspectos será esencial para que se lleven a cabo de forma eficaz y que se alcancen las metas marcadas.

Además, al evaluar los resultados obtenidos incluyendo los indicadores cuantitativos permitirá modificar determinadas tendencias que, de no ser corregidas, impedirían alcanzar el objetivo marcado. Por último, los objetivos ambientales y su planificación tienen que integrarse de forma activa con los procesos del sistema para convertirse en motores de mejora.

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