8 de marzo de 2023, amanezco con la triste noticia del sacrificio sanitario en Argentina de cientos de miles de aves debido a infección por el virus de influenza aviar H5N1. Era otra la nota que escribí para el primer artículo sobre bienestar animal a incluir en el Newsletter de QCS. Pero se impone hablar sobre este tema por el estrecho vínculo entre ambas cuestiones.

La llegada del virus de la influenza aviar H5N1 a la región y a la Argentina nos interpela a reconsiderar aspectos sanitarios y productivos en relación a la cría de aves para carne y postura de huevos. Con registros y evidencias de pasaje del virus a mamíferos y la posibilidad de un salto interespecie al ser humano, es innegable el vínculo estrecho entre la salud humana y la sanidad animal. Haciendo un paralelismo con el COVID, hemos comprobado empíricamente que las barreras sanitarias hoy no existen y los estatus de “libre de” carecen de significancia en un mundo globalizado como el actual. Se requieren estrategias conjuntas y globales como la vacunación para prevenir y evitar la diseminación de este tipo de enfermedades.

La vida de los animales silvestres y de producción se encuentra estrechamente vinculada a la vida humana. El bienestar de estos animales también. Independientemente de nuestras diferencias y las controversias que rodean la producción y el consumo de proteínas de origen animal, necesitamos de los animales para la provisión de alimentos, como fuente de ingresos e identidad cultural y para la promoción de la diversidad biológica y la mejora de los ecosistemas. Un manejo animal ético y responsable requiere de la consideración de los 5 dominios del bienestar animal: nutrición, salud, ambiente, comportamiento y estado mental. Estas consideraciones se encuentran en línea con el objetivo de una producción sostenible de animales sanos en forma rentable.

El bienestar animal no es sólo una teoría. Se traduce en lineamientos prácticos, aplicables y medibles. Un sistema de gestión del bienestar animal puede desarrollarse e implementarse del mismo modo en que gestionamos la inocuidad, el impacto ambiental y la responsabilidad social empresaria. Puede requerir inversión, pero por sobre todas las cosas requiere de un cambio de paradigma basado en la capacitación y el desarrollo de competencias de las personas en todos los niveles de las organizaciones.

El concepto de “Un Mundo-Una Salud-Un Bienestar” promovido por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) pone de manifiesto la interconexión entre el medio ambiente, la salud y bienestar de los seres humanos, y la salud y bienestar de los animales. En línea con este abordaje debemos trabajar en medidas concretas para mejorar los estándares de bienestar animal, ya sea por nuestra responsabilidad ética hacia los animales, el cuidado del planeta o con el fin último y egoísta de asegurar el bienestar humano. Cualquiera sea nuestra ideología, el bienestar animal es imprescindible para el desarrollo de una industria de alimentos autosuficiente y sostenible en el tiempo que aproveche lo recursos naturales de hoy sin comprometer el medio ambiente y la seguridad alimentaria de futuras generaciones.

En próximas entregas del Newsletter iremos tratando diferentes aspectos del bienestar animal y medidas concretas a aplicar a nivel industrial para trabajar en la implementación y mejora continua de esta área.